Una entrevista con el Guardián del Cenote Jardín del Edén
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Por Lily T Dayanim
En una reciente visita a Tulum, Lily Dayanim, contactó con el ambientalista local Cuitlahuác en Tulum, México. La Riviera Maya, región donde encuentra Tulum, ha experimentado un cambio sin precedentes en los últimos 20 años. Cuitlahuác nos explica los desafíos que se enfrenta la región, cómo se formaron sus singulares estructuras geológicas conocidas como “cenotes”, los cambios de los que ha sido testigo en los últimos 40 años, y advierte del impacto que pueden tener nuestras decisiones en el medio ambiente y las comunidades locales.
P: ¿Puede decirnos su nombre, de dónde es, cuánto tiempo lleva viviendo aquí y a qué se dedica?
R: Me llamo Cuitlahuác, todos me conocen como “Capitán Quickie” y me trajeron aquí en 1983 desde Los Ángeles. Cuando nos mudamos aquí solamente había dos albergues en Cancún, y Playa del Carmen era un pequeño pueblo con unas 17 familias de pescadores. Nosotros vivíamos en la Riviera Maya. Mis padres eran una especie de hippies que decidieron echarse a la suerte y ayudar siendo pioneros en la zona. Al día de hoy, tenemos un restaurante en la zona conocido como “Oscar y Lalo”.
Crecí en el sector de la alimentación y los servicios. Mi hermano y yo, cuando éramos niños, empezamos a hacer tours de snorkel en la selva más bien por aburrimiento, y porque básicamente había pesca, buceo y fiesta; y de niños sólo puedes ir a la playa un número determinado de veces antes de aburrirte y querer hacer otra cosa. Así que entonces empezamos a llevar a otros niños a la selva, a caminar por ella y a encontrar estos grandes hoyos que llamamos cenotes, y con el tiempo empezamos a cobrar a la gente por llevarles a hacer snorkel.
En los últimos 40 años, lloro al ver los cambios, a lo que algunos llamarían “progreso”. Pero no puedo ser hipócrita al respecto porque yo mismo soy un emigrante de esta zona. Mi labor es intentar crear conciencia y ayudar a otras personas a ser mejores administradores del medio ambiente porque nuestros “líderes de confianza” que son funcionarios elegidos en la urnas, están muy orgullosos de sus proyectos, pero de lo que no se dan cuenta es de que la gente sigue viniendo aquí no por sus proyectos, sino atraídos por la belleza natural. Así pues, Playa del Carmen, por ejemplo, es la ciudad con más rápido crecimiento en toda América Latina. Entre 2007 y 2015 fue la ciudad que más creció en el mundo. Así que la huella de carbono que el ser humano está dejando aquí es escandalosa. Antes hablábamos de Tulum y de lo “namaste” que es, pero Tulum tiene un gran problema de basura y de aguas residuales. En este momento estoy trabajando en un proyecto para traer fondos internacionales desde el banco mundial a la zona con el objetivo de abordar el problema de las aguas residuales y la basura de Tulum. Estamos tratando en buscar una solución ya que el gobierno local no está haciendo nada al respecto y tampoco hay demasiado compromiso desde el gobierno federal. Otro problema que tenemos en la Riviera Maya son la “lagunas” en lo relativo al visado de turista. Mucha gente vive aquí con este visado y no se les tiene en cuenta en el censo. Así que los fondos federales que llegan a la zona para infraestructuras como hospitales, carreteras, alcantarillado, drenaje y agua, no se están asignando adecuadamente porque hay un recuento insuficiente de inmigrantes que viven aquí con un visado de turista. Creo que esa es una de las razones por las que se ha producido un gran colapso en los últimos meses en cuanto a las personas que están violando esas lagunas. Se ha producido un colapso no sólo porque se están utilizando al extremo estos visados de 180 días viviendo aquí a tiempo completo, sino que también hay personas que simplemente lo ignoran y viven aquí con visados caducados pensando que son intocables.
P: ¿Cómo se crearon los cenotes de esta zona?
R: Supuestamente un meteorito golpeó el planeta hace unos 65 millones de años y a causa del impacto se expandió una gran columna de humo y ceniza alrededor del planeta. Esto causó el bloqueo de los rayos del sol que detuvieron los ciclos de lluvia y crearon una edad de hielo. Los casquetes polares crecieron, el nivel del mar bajó y la península de Yucatán, que era un arrecife submarino, quedó al descubierto. El coral, una vez fuera del agua murió. El coral es un animal y cuando un animal muere se descompone, dejando escapar gases. Algunos de esos gases quedaron atrapados bajo la roca madre. Así que después de varios miles de años, la explosión del impacto se asentó. Cuando el ciclo de la lluvia comenzó de nuevo, el agua de lluvia se filtró a través de la piedra caliza porosa formada por carbonato de calcio, y al encontrarse con los gases bajo la roca madre, esto hizo que se expandieran creando un proceso de erosión desde dentro hacia fuera. Todas estas cuevas se produjeron a causa de la erosión. Cuando empezamos a bucear en estas cuevas hace cuarenta años, nos encontramos con restos humanos atribuyéndolos a sacrificios mayas, pero cuanto más profundizamos, empezamos a encontrar artefactos, pilas de carbón y restos de hogueras. Y en 2005, encontramos un hueso de pelvis de mamut de 1,5 metros y eso fue una gran señal de alarma, así que trajimos a investigadores de la Universidad Nacional y de la Universidad de Yale y cuando lo fecharon con carbono, resultó tener entre 15 y 17 mil años de antigüedad. Así que llegamos a la conclusión de que tanto humanos como animales prehistóricos se refugiaron en este sistema de cuevas durante la edad de hielo. Fue con el derretimiento de los glaciares de la última glaciación y la subida del nivel del mar cuando el agua rellenó las cuevas, ya que sabemos que se pueden encontrar una gran cantidad de estalagmitas y estalactitas bajo el agua y eso sería imposible de formar si no hubiera habido un ambiente seco en algún momento. Toda esta península es un queso suizo plagado de cuevas y fósiles porque hace 65 millones de años era un arrecife submarino.
P: ¿Cuáles son los principales cambios ambientales y culturales que ha visto en los últimos 40 años?
R: Bueno, cuando nos mudamos aquí por primera vez, mi tío se sentó con nosotros y nos explicó que aunque Quintana Roo es un estado de México y nosotros éramos mexicanos, eso no era realmente así en aquel momento. Esto era la tierra de los Mayas. La forma en que nos lo planteó fue que los nativos, que apenas hablaban español, no nos pedían que trajéramos carreteras, no nos pedían que trajéramos electricidad y no nos pedían que trajéramos trabajo, y que si nos íbamos pasado mañana y nos llevábamos todas esas cosas, no nos iban a echar de menos. Así que nos sugirió que aprendiéramos a trabajar con los nativos porque ellos no iban a aprender a trabajar con nosotros. Desgraciadamente, aquí estamos hoy, 40 años después, y los nativos se han metido de lleno en el siglo XXI y se han vuelto como cualquier otra civilización avanzada: muy adictos a su tecnología, a sus televisores, a sus teléfonos móviles. Pero es curioso porque si haces un viaje por carretera hacia el interior, a una hora aproximadamente, verás cómo los mayas viven igual que hace 100 años, con algún que otro logotipo de Nike o Adidas.
Uno de los mejores restaurantes a los que me gusta ir en Tulum es “Don Beto’s”. Si te gusta el cerdo, te recomiendo mucho que vayas allí, para mi es el mejor cerdo desmenuzado de la Riviera Maya. Y cuando vayas allí, siempre les explico a mis invitados que se preparen para algunas diferencias culturales. Solo barren el local una vez al día por la mañana, la mujer manipula la comida con las manos justo delante de ti, y las mesas sólo se recogen cuando se necesitan. Sin embargo, es uno de los mejores tacos de cerdo al estilo “Conchita Pibil” de la zona porque crian los cerdos en su propiedad sin hormonas y sin piensos. Es básicamente carne de cerdo libre, y cultivan el maíz que muelen para hacer las tortillas hechas a mano. Así que esta es una de las cosas que se ven hoy en día donde hay un poco de integración entre el pasado con el presente porque esta es una familia tradicional maya que ofrece su cocina cultural, pero localizada en el corazón de una zona turística que es la floreciente Riviera Maya.
P: En términos de medio ambiente y recursos naturales, ¿cómo se ha visto afectada esta zona?
R: Es triste que no aprendamos de nuestros errores en el pasado. Los mayas tuvieron tres eras, llamadas: Preclásico, el Clásico y el Postclásico. La era preclásica de los mayas era cuando las ciudades eran vibrantes, donde ampliaron sus conocimientos en matemáticas, en astrología, en medicina y en riqueza cultural y ceremonial. Pero, a medida que sus ciudades crecían, su propio éxito fue también su propio enemigo porque empezaron a talar para poder seguir construyendo, y eventualmente convirtieron el área, que era una selva relativamente joven, considerando que la piedra caliza no tiene mucha capa superficial, en un desierto y los ciclos de lluvia se vieron afectados, haciendo imposible mantener su población a través de la agricultura. Fue entonces cuando abandonaron las ciudades. Abandonaron las ciudades y volvieron a vivir en las selvas como nómadas porque no podían mantener la población a través de la agricultura. Pues bien, en los años 40 y 50, con el presidente Miguel Alemán, se aprobó la tala de una barrera de árboles de 60-70 metros de altura que eran un colchón natural y una protección de la zona frente a sistemas meteorológicos como huracanes y demás. Hoy, con el crecimiento descontrolado que estamos viendo, los manglares se están agotando. Aunque es un delito cortar o manipular un manglar, la gente los está quemando, los está rellenando. Se están destruyendo las dunas y la vegetación de las playas para hacerlas más fáciles de usar para los turistas, en lugar de que los turistas se aclimaten al entorno natural. Ése es uno de los riesgos que corremos al matar a la gallina de los huevos de oro: la gallina puede tener muy buen sabor, pero a la larga los huevos dejan de existir.
P: ¿Cómo has contribuido a la preservación medioambiental del cenote y otras zonas?
R: Yo soy el imbécil que alquila chalecos salvavidas y se asegura de que nadie se ponga protector solar a diario y por eso no soy muy popular. También he demandado personalmente al gobierno federal y he ganado, lo que me ha costado mucho, pero gracias a eso han declarado Akumal parque nacional. Hace tiempo había una gran libertad para que los turistas fueran a nadar con las tortugas marinas. Diariamente había entre 6.000 y 8.000 personas en esa bahía, y entre 600 y 800 personas en el agua al mismo tiempo, incluyendo gente que se paraba sobre las tortugas para que sus familiares pudieran venir a ver una tortuga. En los últimos siete años, finalmente declararon Akumal como parque nacional. Hay límites, aunque muchos de los operadores turísticos no los respetan. Pero lo restringen a 600-700 personas al día frente a 6.000-8.000. Se ha avanzado mucho, pero aún queda mucho por hacer. Creo que yo he contribuido a que se llegue a este punto y, a veces, hay que pulsar el botón para que otros puedan dar el siguiente paso.
P: ¿Hay algo más que quiera añadir sobre el turismo o la conservación de la zona?
R: Nos encanta el turismo, pero pedimos que los turistas sean conscientes y buenos visitantes. Hay muchas maneras de apreciar el medio ambiente y de cuidarlo, como invertir en ciertos productos de una mayor durabilidad en lugar de insistir en el uso de productos que acaban en nuestro ecosistema y contaminan nuestros suministros de agua. De igual modo existe otro gran problema que ha estado afectando fuertemente al Caribe durante los últimos siete años, esto es el uso pesticidas y fertilizantes que se han bombeado a los océanos. Por otra parte, siempre digo que no voy a ser hipócrita, sólo intento ayudar a otras personas a ser buenos administradores del medio ambiente, no a salvar el planeta… Sólo recuerda que el planeta ha existido durante miles de millones de años y seguirá existiendo durante miles de millones de años. Eventualmente se cansará y nos sacudirá como los parásitos que somos. Tenemos que salvar nuestro hogare que este planeta nos ha proporcionado tan generosamente.