De camino a la selva
Brasil significa mucho para nosotros. No es sólo el país donde nos conocimos, sino que también es el hogar del 60% de la vasta selva amazónica, considerada para muchos como los pulmones de la tierra. En enero pudimos regresar a Brasil para experimentar esta inspiradora selva donde fue como estar haciendo realidad nuestros sueños de infancia. El viaje a la selva misma requiere paciencia. Llegar allí fue una hazaña, pero nada nos iba a impedir llegar.
Cada año, más de 250.000 km2 de bosque inundable del Amazonas están cubiertos por el agua que se desborda de los ríos. Las inundaciones pueden adentrarse en la selva a grandes distancias y provocar un aumento del nivel del agua de hasta 15 metros en algunas regiones, dependiendo de la estación del año. Esta parte de la selva es el hábitat de diferentes especies como los manatíes o peces gigantes como el Pirarucu, y el legendario delfín rosado…
Si no te criaste en el Amazonas, estos animales parecen de otro mundo. Casi de una época diferente. Son los descendientes de las criaturas marinas impactadas por los cambios tectónicos y las formaciones terrestres durante millones y millones de años. Son criaturas como ellos, así como la abundante biodiversidad de la selva tropical que han inspirado increíbles leyendas entre los indígenas amazónicos. Estas historias son verdaderos reflejos de la gente, su medio ambiente y la cosmología. Para las muchas tribus este concepto existe: los humanos y los espíritus, junto con las especies animales y vegetales son considerados como pertenecientes a la misma categoría de seres. Todos y todo está conectado.
Por el equipo TJJ